Cuanto mas podia esperar

Cuánto más podía esperar? Ese era el justo momento para dar tres vueltas carnero hacia atrás y golpearme la capocheta con un adoquín de malvabisco.
Era una ciudad hermosa, tenía ese aire de playa y esas tardes frescas. Sonaba como un rocanrol moribundo gimiendo sus últimas notas.
Por un segundo todo me resultó muy extraño, esa vieja parada ahí, con sus perdigoncitos en los dientes, me sonreía y se metía el dedo en la oreja. Su tez era completamente negra y bañada de azulejos.
La verdad es que no se como la reconocí.
Doy vuelta la cabeza y frente a mi desfilaban unos canguros al grito de “¡YA BASTA!”... golpeando bombos y platillos; detrás de ellos, cinco perfectos extranjeros escogían pulseras y diamantes.
Cuantas veces creí que era capaz de creer en algo... fueron tantas las que pedí perdón... y solamente escombros...
Sí! Definitivamente pienso que la “lástima” da lástima.
Pero cuando todo volvió a la normalidad estabas ahí... durmiendo desnuda en mi cama... Y yo no necesitaba jarabes para la tos.

(26-06-2002)